
Escucha activa y sin juicios.
Escuchar con atención y sin interrumpir es clave para entender la perspectiva de tu hijo. Cuando un niño o adolescente se enfrenta a una situación difícil, lo más importante es que se sienta escuchado y comprendido.
¿Por qué es importante?: La escucha activa valida las emociones de tu hijo y fomenta una relación de confianza. Evitar emitir juicios rápidos o soluciones inmediatas permite que el niño o adolescente procese la situación a su propio ritmo y se sienta apoyado en lugar de juzgado.
Sugerencia: Si tu hijo tiene problemas con un compañero, en lugar de solo dar soluciones, pregúntale ¿Cómo se siente, qué cree que ocurrió, y cuál sería su deseo para resolver la situación?
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